La doctora María Cristina Rojas Guerrero, jefa de Área en la Coordinación de Atención Integral en Segundo Nivel del IMSS define la epilepsia como una enfermedad cerebral crónica que produce convulsiones recurrentes, ya sea en una parte del cuerpo como rostro o extremidades, o en todo el organismo, y aunque no hay una edad específica para que este mal aparezca, es más frecuente en la infancia y en la vejez.
Destacó que las causas son múltiples, entre ellas los traumatismos del cráneo; muchos de estos se pueden prevenir con uso de los cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en las bicicletas y motos, al poner a los niños en asientos adecuados para coches y, en general, tomando las medidas de precaución necesarias para evitar traumatismos y daños en la cabeza.
Indicó que en el 60 por ciento de los casos no se puede establecer qué provoca la epilepsia y en el restante las causas son múltiples. En los niños recién nacidos el insuficiente aporte de oxígeno al cerebro puede ocurrir durante el parto (parto prolongado, desprendimiento prematuro de la placenta), o en la infancia.
Indicó que las crisis convulsivas pueden presentarse en los primeros días posteriores al nacimiento; un adecuado control prenatal, tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo puede prevenir daños cerebrales durante el desarrollo del bebé que conduzcan a una posterior epilepsia u otros problemas neurológicos.
Destacó que la neurocisticercosis, infección parasitaria que afecta al cerebro, es una de las causas más frecuentes de aparición de crisis convulsivas en el adulto, que se previene con el lavado de manos antes de ingerir alimentos y no consumir éstos en sitios de dudosa higiene; también se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas para reducir el riesgo de presentar trastornos metabólicos y epilepsia por alcohol.
Agregó que algunos casos de epilepsia pueden acompañarse de pérdida de la conciencia y en el control de los esfínteres; para que se considere epilepsia tiene que haber al menos dos eventos con un intervalo mayor a 24 horas entre una y otra crisis, sin que exista un factor que lo cause de manera directa.
Exhortó a la población a estar atenta ante la presencia de uno o más síntomas y solicitar atención médica oportuna, a fin de realizar el diagnóstico temprano e iniciar tratamiento lo antes posible.
A nivel mundial, dijo, alrededor de 70 millones de personas tienen epilepsia; en México se estima que tiene una prevalencia de entre 10.8 a 20 casos por cada mil habitantes. En unidades médicas del IMSS se dieron dos millones 998 mil consultas de primera vez y subsecuentes, de enero a septiembre de 2019, a pacientes a quienes se les dio consulta para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Desarollo
La epilepsia es un desequilibrio transitorio de la función cerebral que se desarrolla de manera repentina, cesa de forma espontánea y es probable que se presente nuevamente. La forma que adquiere este desequilibrio depende del lugar del cerebro en el que se origina, la extensión del área que comprende y otros factores. La epilepsia no es una enfermedad, sino un síndrome que consiste en episodios recurrentes de cambios en el estado de conciencia con o sin una condición motriz o sensorial.
Una crisis epiléptica es el resultado de la inestabilidad eléctrica transitoria de algunas células cerebrales, que en ocasiones disparan una “tormenta eléctrica” que se extiende en parte del cerebro. Esta actividad eléctrica culmina en una crisis, que puede tomar diversas formas. Muchas personas con epilepsia tienen sólo un tipo de crisis, pero una minoría experimenta dos o más tipos.
Los principales tipos incluyen las crisis de epilepsia mayor y epilepsia leve y la epilepsia psicomotriz.
La forma más severa del trastorno epiléptico es la crisis de epilepsia mayor o de gran mal (del francés grand mal) que por lo regular dura de dos a cinco minutos. Este tipo de crisis deja una impresión dolorosa en cualquier persona que lo presencia. La víctima de una crisis de epilepsia mayor muestra un grupo de síntomas muy impresionantes. Es común que la crisis se inicie con un grito, seguido por la pérdida de la conciencia, la caída al suelo y espasmos subsecuentes. Los espasmos incontrolables pueden provocar daños muy serios a la víctima. Entre los mayores peligros se encuentran las lesiones en la cabeza y las mordidas severas de la lengua o la boca. Los movimientos musculares de una crisis de epilepsia mayor por lo general son precedidos por un aura, en la cual el individuo experimenta un estado aturdido de conciencia, que incluye sensaciones de irrealidad y despersonalización (sensación de extrañeza de sí mismo). El aura puede durar sólo unos cuantos segundos, pero con frecuencia se recuerda nítidamente.
En la crisis de epilepsia leve o del pequeño mal, (del francés petit mal) que es especialmente común en los niños, no hay convulsiones. En su lugar, existe un lapso de conciencia que se caracteriza por una mirada en blanco y falta de respuesta que dura hasta medio minuto, más o menos. Por lo regular, el individuo no pierde la conciencia. Estas crisis se pueden presentar varias veces al día.
En la epilepsia psicomotriz, un tipo que incluye 15% de los casos y rara vez se observa en los niños, el paciente conserva el control de su funcionamiento motriz, pero pierde la capacidad de ejercer buen juicio para realizar las actividades. Durante la epilepsia psicomotriz, el individuo se encuentra en una especie de trance; sus movimientos pueden ser repetitivos y muy organizados, pero en realidad son semiautomáticos. Los ataques de epilepsia psicomotriz pueden parecerse a los de la epilepsia leve, pero duran más tiempo (hasta dos minutos), y comprenden los movimientos musculares que se relacionan con la masticación, el lenguaje y muestran mayor aturdimiento de la conciencia. Las alucinaciones visuales ocasionales y el estado de confusión que caracterizan la epilepsia psicomotriz son similares a los síntomas de la psicosis.
Las causas comunes de epilepsia incluyen:
- Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT)
- Demencia, como el mal de Alzheimer
- Lesión cerebral traumática
- Infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y VIH/sida
- Problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita)
- Lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento
- Trastornos metabólicos presentes al nacer (como fenilcetonuria)
- Tumor cerebral
- Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
- Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral
- Trastornos epilépticos congénitos (epilepsia hereditaria)
Tratamiento
El tratamiento para la epilepsia incluye tomar medicamentos, cambios en el estilo de vida y en ocasiones cirugía.
Si la epilepsia se debe a un tumor, vasos sanguíneos anormales o sangrado en el cerebro, la cirugía para tratar estos trastornos puede detener dichas crisis.
Los medicamentos para prevenir las convulsiones, llamados anticonvulsivos (o medicamentos antiepilépticos), pueden reducir la cantidad de crisis futuras:
- Estos fármacos se toman por vía oral. La clase de medicamento que se recete dependerá del tipo de convulsión que tenga.
- Es posible que sea necesario cambiar la dosis de vez en cuando. Puede necesitar exámenes de sangre regularmente para ver si hay efectos secundarios.
- Siempre hay que tomar el medicamento a tiempo y como lo recetaron. Pasar por alto una dosis puede hacer que se presente una convulsión.
- Muchos medicamentos para la epilepsia causan anomalías congénitas. Las mujeres que deseen quedar embarazadas deben comentarle al médico con anticipación con el fin de hacer ajustes a los medicamentos.
- Muchos fármacos para la epilepsia pueden afectar la salud de sus huesos.
La epilepsia que no mejora después de haber probado 2 o 3 medicamentos anticonvulsivos se denomina "epilepsia resistente al tratamiento". En este caso, el médico puede recomendar una cirugía para:
- Extirpar las células cerebrales anormales que causan las convulsiones.
- Colocar un estimulador del nervio vago (ENV). Este dispositivo es similar a un marcapasos cardíaco. Puede ayudar a reducir la cantidad de convulsiones.
Medicamentos
Se emplean diversos medicamentos en el tratamiento de la epilepsia y las convulsiones, entre ellos:
- Carbamazepina (Carbatrol, Tegretol, otros)
- Fenitoína (Dilantin, Phenytek)
- Ácido valproico (Depakene)
- Oxcarbazepina (Oxtellar, Trileptal)
- Lamotrigina (Lamictal)
- Gabapentina (Gralise, Neurontin)
- Topiramato (Topamax)
- Fenobarbital
- Zonisamida (Zonegran)
Los efectos secundarios leves de los medicamentos anticonvulsivos pueden ser:
- Fatiga
- Mareos
- Aumento de peso
Los efectos secundarios más alarmantes que se deben consultar con el médico de inmediato comprenden:
- Alteración del estado de ánimo
- Erupciones cutáneas
- Pérdida de coordinación
- Problemas del habla
- Fatiga extrema
Además, el medicamento Lamictal se ha asociado con un mayor riesgo de contraer meningitis aséptica -una inflamación de las membranas protectoras que recubren el cerebro y la médula espinal, similar a la meningitis bacteriana-.
Cenobamato
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado el cenobamato (Xcopri, SK Life Science), un nuevo medicamento para el tratamiento de las crisis de inicio focal en pacientes adultos con epilepsia.
Químicamente, el cenobamato es un novedoso derivado tetrazol-alquil carbamato. El mecanismo de acción de esta droga todavía está bajo investigación. Además de inhibir las corrientes excitatorias de los canales de sodio, se cree que también aumenta la inhibición mediante la modulación de los receptores GABA A.
La alta eficacia del cenobamato encontrada en los dos ensayos clínicos de fase 2 con más de 600 pacientes (los resultados del primer ensayo de fase 2 del cenobamato [NCT01397968] están pendientes de publicación) llevaron a la decisión de la FDA de que no eran necesarios estudios de eficacia adicionales.
Ambos ensayos mostraron que la terapia añadida de Cenobamato a dosis de 100, 200 y 400 mg disminuyó significativamente el porcentaje de crisis en comparación con el placebo.
Un hallazgo notable de los resultados es el alto porcentaje de pacientes con un control de las crisis del 100% durante la fase de mantenimiento de 12 semanas en un estudio. Específicamente, 20 (21%) de 95 pacientes tratados con cenobamato a 400 mg / día y 11 (11%) de 98 pacientes tratados con cenobamato a 200 mg / día no tuvieron crisis durante la fase de mantenimiento de 12 semanas, mientras que solo un paciente (1%) del grupo placebo permaneció libre de crisis durante este período. Estos resultados son excepcionales, ya que nunca antes se había informado de una tasa de libertad de crisis superior al 20% en este tipo de estudios. De confirmarse estos resultados posteriormente, sería un fármaco con una eficacia realmente sobresaliente.
La FDA señala que, aunque la dosis de mantenimiento recomendada del medicamento es de 200 mg por día aunque algunos pacientes pueden necesitar dosis de hasta 400 mg por día.
Los eventos adversos más comunes con cenobamato fueron de intensidad leve a moderada, relacionados con la dosis e incluyeron síntomas típicos de este tipo de fármacos como somnolencia, mareos, dolor de cabeza y trastornos del equilibrio. Sin embargo, tres pacientes tratados con cenobamato desarrollaron reacciones de hipersensibilidad, y uno de ellos que recibió la dosis de 200 mg desarrolló una reacción farmacológica con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS). La FDA señala que un paciente en el otro ensayo murió cuando el fármaco se escaló rápidamente. Por ello, la escalada de dosis lenta con cenobamato parece ser crucial para disminuir el riesgo de reacciones alérgicas. También se observó que este fármaco puede producir alteraciones en la conducción cardiaca con acortamiento del intervalo QT. Por tanto, el cenobamato no debe usarse en aquellos pacientes con síndrome de QT corto familiar o con riesgo de desarrollar arritmias cardíacas.
Diferencia entre epilepsia y convulsiones
La epilepsia (también denominada trastorno comicial epiléptico) es un trastorno encefálico crónico caracterizado por crisis convulsivas no provocadas (es decir, no relacionadas con factores estresantes reversibles) recurrentes (≥ 2) separadas por > 24 hrs. Una sola convulsión no se considera una epilepsia. A menudo, la epilepsia es idiopática, pero distintos trastornos encefálicos, como malformaciones, accidentes cerebrovasculares y tumores, pueden producir epilepsia sintomática.
La epilepsia sintomática es aquella debida a una causa conocida (p. ej., un tumor encefálico, un accidente cerebrovascular). Las crisis que causa se llaman crisis epilépticas sintomáticas. Estas crisis son más frecuentes entre los neonatos y los ancianos.
La epilepsia criptogénica es la epilepsia que se supone es el resultado de una causa específica, pero cuya etiología específica es actualmente desconocida.
Las crisis no epilépticas son provocadas por un trastorno o un estresante transitorio (p. ej., trastornos metabólicos, infecciones del sistema nervioso central, trastornos cardiovasculares, toxicidad o abstinencia de fármacos, trastornos psicógenos). En los niños, la fiebre puede provocar una convulsión (convulsiones febriles).
Las crisis no epilépticas psicógenas (seudocrisis) son síntomas que simulan crisis convulsivas en pacientes con trastornos psiquiátricos pero que no involucran una descarga eléctrica anormal en el encéfalo.
Enlace Homeopático
Dentro de la Materia Médica Homeopática vamos a encontrar patogenesias que contengan epilepsia y convulsiones, hemos visto que no podemos considerarlas iguales por lo que cuando el caso sea efectivamente de epilepsia será fundamental buscarla de esta manera para evitar prescribir medicamentos que no sean efectivos para esta afección.
Claro está que se deberán elegir medicamentos no solo para la epilepsia sino que se acerquen a la totalidad sintomática del paciente sobre todo en la parte de mentales y generales que es lo que nos permitirá individualizar y prescribir el mejor medicamento.
Para efectos de este ensayo, lo que en el presente se planteará, es el conocer los medicamentos que necesitamos considerar cuando estamos ante un caso de epilepsia mismos que enlistaremos basándonos en 3 diferentes Materias Médicas (Vijnovsky, Vannier y Chirón) para que sean la base de estudio o el punto de partida a la hora de empezar a analizar la totalidad sintomática del paciente lo cual se deberá definir a la hora de tomar el caso.
En las Materia Médicas Jerarquizadas (Vijnovsky y Vannier) se seleccionaron los medicamentos con más prioridad e importancia en este padecimiento.
Petit Mal
Prioridad 3 (medicamentos de primera línea)
Artemisia Vulgaris
Bufo
Cicuta Virosa
Natrum Sulphuricum
Prioridad 2 (medicamentos importantes)
Materia Médica de Vannier y Materia Médica de Chiron no plantean medicamentos para el petit mal.
Epilepsia Mayor
Prioridad 3 (medicamentos de primera línea)
Cuprum Metallicum
Epilepsia con aura comenzando en las rodillas o plexo solar y ascendiendo.
Artemisia Vulgaris
Epilepsia nocturna con violento trismo que daña los dientes.
Epilepsia especialmente en niños y en bebés: convulsiones precedidas de excitabilidad o irritabilidad y por gritos agudos; un ataque a continuación del otro, en salvas; sin aura; especialmente del lado derecho, con el lado izquierdo paralizado, o de un solo lado, con parálisis del otro; con la cabeza echada hacia atrás con sacudidas; con midriasis de la pupila izquierda, ojos vueltos hacia arriba y semiabiertos; boca tironeada a la izquierda; con espuma bucal y mordedura de la lengua; con incontinencia de orina y heces y, a veces, respiración estertorosa; acompañadas o seguidas de profusos sudores ofensivos, peor de mañana o de noche.
Bufo
Es uno de los grandes medicamentos de la epilepsia. "Ningún medicamento me ha sido más útil en el tratamiento de esta enfermedad" (Dr. John Henry Clarke).
Cicuta Virosa
Es uno de los principales medicamentos de los cuadros convulsivos y de la epilepsia.
Hyoscyamus Niger
Ataques de epilepsia con cara cianótica y abotagado, pérdida de orina, espuma bucal, rechinar de dientes pulgares hacia atrás y ojos prominentes; con gritos e inconsciencia; seguidos de profundo sueño con ronquidos.
Cina
Epilepsia nocturna.
Prioridad 2 (medicamentos importantes)
Calcarea Arsenicosa
Ha curado algunos de los casos más obstinados de epilepsia.
Causticum
Vértigo: antes de la epilepsia; con tendencia a caer hacia adelante, atrás o a los costados; con la cefalea; mirando fijo o hacia arriba; acostado; durante la menstruación; con náuseas; al levantarse, sentado, parado o al agacharse; mejor al aire libre.
Cuprum Aceticum
Epilepsia, cuando el aura comienza en las rodillas y sube hasta el hipogastrio, perdiendo el conocimiento en ese momento, con caída, convulsiones y espuma bucal.
Curare
Epilepsia con pérdida de conciencia, seguida de somnolencia por varias horas o de perturbación mental.
Síntoma característico
Bufo
Epilepsia durante el coito y las reglas.
Síntoma importante
Cicuta Virosa
Epilepsia con aura gástrica, que principia por un espasmo violento del diafragma; cara roja o lívida, gritos, trismus, pérdida del conocimiento, convulsiones y gesticulaciones, lanza los pies tanto para un lado como para otro y rueda por tierra.
Artemisia Vulgaris
Crisis de epilepsia que sobrevienen después de un período de calma, una emoción violenta o un susto.
Cuprum Metallicum
Acceso de epilepsia que se agrava por la noche, durante el sueño, en la luna nueva, durante las reglas, en intervalos regulares.
Cimicifuga:
Espasmos tónicos y clónicos que se agravan antes de las reglas (histeria, epilepsia).
Cuprum Metallicum:
Epilepsia
Conclusiones
En base al presente ensayo concluyo que la epilepsia llega a ser una afección que se subestima y confunde generalizándolo como si fuera lo mismo que las convulsiones además de que también su tratamiento puede llegar a ser muy agresivo con la medicina alopática (sobre todo por las contraindicaciones de los medicamentos que se prescriben).
Me parece que en base a lo analizado existen medicamentos homeopáticos que pueden llegar a servir en un paciente que la presenta ya que en las patogenesias existe como síntoma (descrito así, Epilepsia o Petit mal).
Igualmente me parece que sería conveniente analizar las descripciones de los síntomas en las diferentes patogenesias para identificar si lo que nos está describiendo puede ser un tipo de epilepsia.
Por ejemplo, sobre todo con las epilepsias mayores todavía podríamos encontrar más medicamentos homeopáticos si buscáramos entre los síntomas de las patogenesias “convulsiones” y sobre todo el aura de las mismas ya que eso permitiría individualizar el medicamento a exactamente el síntoma del enfermo pues encontramos descripciones detalladas del aura de la convulsión tipo “como si le corriera un ratón por la piel; comenzando en el brazo; con caída, a veces hacia atrás; con parálisis” del medicamento Belladonna.
Por otro lado, también será interesante identificar síntomas del tipo “está ausente, aturdido y hasta confuso, especialmente después de comer, no sabe dónde está y llega a perderse en calles bien conocidas o a no reconocer a sus parientes o a su propia casa” de Mercurius Solubilis o “Ausencias: pierde el sentido de la orientación en tiempo y espacio” de la Chlorpromazina homeopática y que pudieran describir una crisis de ausencia en la epilepsia menor (o petit mal).
Por último en el caso de la epilepsia psicomotriz podríamos también encontrar síntomas del tipo “Habla con monosílabos o lentamente, en forma confusa, o muy rápida; contesta lentamente” de la Thuja Occidentalis que pudiera no decir exactamente “epilepsia psicomotriz” pero que la descripción nos permite entender que lo es.
Quizá algo importante considerar cuando se está tratando de encontrar el mejor medicamento o medicamento semejante del paciente es encontrar medicamentos que contengan “epilepsia” de manera literal dentro de la patogenesia y también la descripción del aura de las convulsiones de manera que aseguremos que no sea solo para convulsiones ya que como hemos visto puede ser que lo que se describa en la patogenesia sean únicamente convulsiones resultado de trastornos o desequilibrios orgánicos (tipo fiebre) y no resultados neurológicos como en las epilepsias.
Referencias
logran el control de su enfermedad: IMSS. https://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202002/072
Campellone, Joseph V. (23 de enero 2022). Epilepsia. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000694.htm
Escrito por el personal de Mayo Clinic. Epilepsia Mayor. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/grand-mal-seizure/diagnosis-treatment/drc-20364165
Arnold S. Cenobamate: new hope for treatment-resistant epilepsy Comment. Lancet Neurol. Elsevier Ltd; Epub 2019 Nov 12.:1– http://dx.doi.org/10.1016/S1474-4422(19)30434-X
Adamolekun, Bola. (marzo 2022). Manual MSD Versión para profesionales. Trastornos Convulsivos. https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-neurol%C3%B3gicos/trastornos-convulsivos/tratamiento-farmacol%C3%B3gico-de-las-crisis-comiciales
Chiron, P. (1923). Elementos de materia médica homeopática. México D. F., México: Olmedo.
Vannier, L. (1977). Compendio de materia médica homeopática. México D. F., México: Porrua.
Vijnovsky, B. (1978). Tratado de materia médica homeopática (Vol. I). Buenos Aires, Argentina.
Vijnovsky, B. (1980). Tratado de materia médica homeopática (Vol. II). Buenos Aires, Argentina.
Vijnovsky, B. (1981). Tratado de materia médica homeopática (Vol. III). Buenos Aires, Argentina.
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